El efecto placebo es un fenómeno misterioso que encierra tantas lecciones como confusiones.
Algunos podrían utilizar su existencia como argumento para reclamar el poder curativo de la mente, pero en realidad la ciencia no sostiene esta afirmación. Hay una diferencia importantísima entre curar y aliviar síntomas. En el extremo contrario encontraremos quiénes negarán cualquier posible utilidad clínica al efecto placebo, por diversas razones: algunas son puro dogmatismo cientificista, pero hay otros argumentos legítimos que si merecen una discusión sosegada. Hay quien mantiene dudas éticas sobre si es aceptable engañar a los pacientes – aunque hay alternativas como los placebos de etiquetado abierto que tratan de resolver este problema. Hay quien considera que existen escasas evidencias rigurosas sobre la eficacia del efecto placebo – y están en lo cierto, pero algún estudio serio hay. También hay quien piensa que es difícil saber si el efecto placebo es algo más que un sesgo subjetivo del paciente – pero precisamente, lo que el fenómeno subraya es que las experiencias subjetivas pueden tener un papel en un contexto clínico, algo que forma parte de lo que los médicos llaman “el arte de la medicina”. Queda por ver hasta dónde puede llegar exactamente y cómo aprovecharlo, si procede.
La saga consta de tres artículos en Mapping Ignorance:
Abajo un resumen gráfico en tres imágenes: