Una investigación reciente descubre que el cerebro no hace nada especial cuando procesa información típicamente sesgada. Simplemente el cerebro se retrasa haciendo lo que haría normalmente en una situación equivalente. El hallazgo fue encontrado analizando la actividad cerebral de aficionados al fútbol que tenían que regalarle, muy a su pesar, algunos piropos a los jugadores del equipo contrario. ¿Será que los prejuicios nos alelan?
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