El ideólogo del proyecto BRAIN, Rafael Yuste, considera imprescindible que empecemos a pensar en cómo otorgar una mayor protección legal al cerebro, para garantizar que las neurotécnicas del futuro sean utilizadas de acuerdo a los principios de justicia social y dignidad humanas.
Yuste, neurocientífico de la Universidad de Columbia (EE.UU.), mantiene una firme convicción: debemos prepararnos ahora para las importantes consecuencias éticas y sociales que el uso de las neurotécnicas y la inteligencia artificial tendrá en los próximos años.
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